NOSOTROS, la mayoría de seres humanos que podemos llevar a cabo una vida normal sin ningún problema aparente que nos impida realizar acciones como, incluso, comunicarse con los demás; NOSOTROS somo aquellos que apartamos a aquellas personas que padecen algún tipo de incapacidad, pero si te miras al espejo tu también tienes muchas incapacidades pero mucho más leves que las de estas personas. Estas in-afortunadas características que marca diferencias entre nosotros pueden ser los desencadenantes de una vida terrible, de una vida llena de complejos, una vida de limitaciones imposibles de erradicar para aquel que las padece. Pero todo esto no justifica que aquellos individuos a los que les ha tocado convivir con algunos defectos graves, no puedan disfrutar de una vida feliz, igual que el resto de la población.
Por ejemplo, esto es lo que le pasa a un mudo cada día:
El mudo se levanta cada día por la mañana cuando le suena el despertador, como todo el mundo. Pretende afrontar el nuevo día con ilusión, esta dispuesto a sobrepasar cualquier barrera que le impida ser igual que el resto de la gente, esta dispuesto a atravesar cualquier barrera que le impida ser feliz. Este se arregla para salir a la calle pensando en las tareas que debe realizar: primero tiene que ir a la frutería a comprar manzanas, luego a la carnicería a comprar carne y mientras tanto irá a ver a la vecina a comentarle el cotilleo del 4ºA. Cuando ya ha empuñando el pomo de la puerta para salir a la calle, se enfría todo su cuerpo y recapacita, vuelve a enumerar las tareas y reflexiona unos instantes sobre estas: -¿Para qué voy a ir sino puedo pedir un quilo de manzanas como el resto de la gente? ¿Para qué voy a ir si no puedo indicarle al carnicero como quiero que me descuartice el cordero? ¿Para que voy a salir si ni siquiera puedo entablar una conversación coherente con la vecina?
Esto le pasa al mudo, pero algo parecido le sucede al cojo, al sordo, al manco, al parapléjico, al ciego, al... ¿Y, qué hacemos nosotros? ¿Qué haces tú? Apartarte, si, no lo niegues. Nos apartamos de estas personas y las apartamos a ellas al mismo tiempo, en lugar de ayudarles en su integración en la sociedad, en la cual todos tienen los mismos derechos.
¡Ayudemos les a integrarse y castiguemos a quien lo impida!
Estas reacciones que tienen los seres humanos frente a las personas con alguna discapacidad no tienen explicación alguna. Por eso les digo a todos aquellos sordos, ciegos, mudos, paralíticos, etc; que no se sientan diferentes, que el problema no lo tienen ellos, lo tenemos nosotros, los más im-perfectos. Les digo que no quieran ser como la mayoría y les pido que no deseen esto. No os maldigáis constantemente por vuestras imperfecciones hay soluciones y alternativas para la mayoría de los casos, aceptar como sois, tal vez eso os haga ver el mundo de otro modo y os sirva para ser mejores personas.
A todo el mundo im-"perfecto": ¡Todos estamos a tiempo de cambiar nuestro ser e intentar ser más humanos! ¡Respeto y dignidad!